martes, 7 de junio de 2011

Cosa de Dos


Siempre he creído que todo en el amor es cosa de dos. Si uno no quiere, no puede o no se da cuenta, el otro tampoco. Tiene que existir confianza, comunicación, entendimiento y percepción de ambos lados, o algo (inevitablemente) falla.
Es por esa misma razón por la que no me importa que tan agobiado, cansado, harto, enfermo o hastiado esté,   siempre procuro estar ahí para mi novia, en todo lo que necesite.

Tengo esa curiosa idea de que el papel del hombre es el de ser el protector, el proveedor, de la mujer. En la concepción que tengo de lo que debe de hacer un hombre en su rol de pareja, es nuestro trabajo servir de escudo protector para cualquier mal que se pueda presentar, es ser pilar de fuerza y dador de consuelo para cuando las cosas no les pintan tan bien a ellas. Debemos de poner en pausa nuestros problemas para intentar ayudarle a ellas con los suyos. Debemos procurar que ellas tengan todo lo que necesitan cuando lo necesitan, sean palabras de aliento, ideas que intenten ayudar, o simplemente un oído dispuesto a escucharlas... Sea lo que sea que necesiten, nosotros debemos de procurar que ellas lo tengan... Y todo esto lo debemos de adivinar aún con esa contrariedad que caracteriza a las mujeres y que bien explican en el dicho: "Cuando una mujer te dice que todo está bien es por que NADA está bien".
En pocas palabras, es nuestro trabajo procurar que las nuestras mujeres estén bien, que no les haga falta nada, por que bien dicen por ahí detrás de un gran hombre siempre hay una GRAN mujer... Esa es mi idea de nuestro rol como hombres, por que mientras nuestra mujer esté bien, nosotros podremos ser esos grandes hombres.

Pero, repito y empero... Todo es cosa de dos...

¿Qué pasa cuando el hombre también necesita que lo entienda la mujer? Nosotros, como ya dije, también tenemos problemas... Tenemos necesidades que, valga la redundancia, necesitan ser  atendidas.
Aún cunado pongamos todo en pausa por esas luces que guían nuestra vida, va a llegar el momento en que tenemos que quitar la pausa y comenzar a resolver esos problemas, en el que tenemos que empezar a atender esas necesidades... Va a llegar el momento en el que inevitablemente tendremos que ponerle atención a todo eso que pusimos en pausa, pero aún así (dentro de mis ideales) DEBEMOS de seguir poniéndole atención a nuestra mujer. Pues creo que es obvio que todo eso que le ofrecemos a nuestra mujer se va a ver reducido a la mitad, tendremos que dividirlo entre nosotros y nuestra pareja... Y es ahí donde viene el problema...

Nosotros, muy a pesar de lo que digan muchas mujeres, no funcionamos sólo a base de sexo... El sexo no lo es todo en una relación... De vez en cuando necesitamos que las mujeres nos escuchen sin que hablemos... Que se den cuenta, así como nosotros lo hacemos, de cuando necesitamos de su comprensión.
Las mujeres tienen "esos" pequeños detalles... Que si se despuntaron el cabello, que si se hicieron degrafilado, que si fue en capas, que si se pusieron un puntito de esmalte blanco en las uñas... Esos pequeños detalles que nosotros debemos de notar, por que son lago que hicieron para nosotros...
Pues bueno, los hombres también tenemos detalles, pero en este caso hablo de esos pequeños detalles que indican que algo no anda bien... Son igualmente, casi imperceptibles, pero están ahí, existen, los hacemos a veces sin querer, creo yo, en un intento desesperado por hacerles notar a ellas que ALGO NO ANDA BIEN.

Como dije, es cosa de dos... Puede parecer egoísta de nuestra parte el requerir mayor atención de la que nos dan por lo general, pero de vez en cuando, creo, pueden hacer el sacrificio...