Mientras me sumerjo en la infinidad de esos constantes recuerdos que rondan en mi mente, empiezo a ver con mucha dificultad una versión más pequeña e inmadura de mi mismo:
Oscuro, triste.. Pero todavía existía en ese momento la esperanza, brillando muy lento bajo todas las sombras de mi negrura...
No recurdo muy bien las cosas que pasaban en esos momentos, me encargué de eliminar cualquier rastro de mi pasado, pues la verdad es que no tengo ganas de recordarlo tan a menudo, y no quiero que aquellas personas que hoy considero mi amigos sepan de esas siniestras etapas de mí.
Tengo que admitir, sin embargo, que muy a pesar de mi mismo, sigo teniendo un solo, hermoso y terrible recuerdo de esas épocas, un recuerdo que me niego a olvidar, un recuerdo que quiero tener cerca de mi corazón, porque así fue desde un inicio.
Sé, también, que ese recuerdo me podría hacer caer tan fácil como lo hizo, y que me puede levantar también, como lo hizo... Pero es que no puedo olvidar ciertas cosas que han marcado mi vida, nadie puede ni debe...
Entiendo que mucho de lo que ahora soy, es gracias a ese recuerdo... Es, tal vez, la razón principal de mi negación constante a olvidarlo, por que... Bueno, la verdad es que no se por qué no lo olvido, pues en realidad me hace recordar esas épocas...
Realmente solo me hace recordar lo que sentía en esos momentos, y nada más... Pero son recuerdos que puedo revivir en la carne...
Renigo esos recuerdos, pero al mantener viva a ese recuerdo, innegablemente mantengo ese vínculo con mi pasado...
Algunas veces me pregunto, ¿y si ese recuerdo nunca hubiera pasado? Después de todo, el cielo y el infierno se juntaron... Mi vida así lo fue por esos años... Esa pregunta me atormenta cada vez que el sonido fatídico del pasado se adviene con la imagen terrible de mi recuerdo...
Tal vez nunca encuentre la respuesta a esa pregunta... Solo me queda el cobijo de esa Luna solitaria que me acompaña cada noche de mi vida... Esa Luna confidente... Esa Luna que me conoce como nadie, pues vivió conmigo el cielo y el infierno que viví... Esa Luna que fue la Reina de mi vida por tanto tiempo... Esa Luna... Esa Luna...
Al final, lo único que tengo, al recordar el pasado... Son dos palabras...
Te extraño
Oscuro, triste.. Pero todavía existía en ese momento la esperanza, brillando muy lento bajo todas las sombras de mi negrura...
No recurdo muy bien las cosas que pasaban en esos momentos, me encargué de eliminar cualquier rastro de mi pasado, pues la verdad es que no tengo ganas de recordarlo tan a menudo, y no quiero que aquellas personas que hoy considero mi amigos sepan de esas siniestras etapas de mí.
Tengo que admitir, sin embargo, que muy a pesar de mi mismo, sigo teniendo un solo, hermoso y terrible recuerdo de esas épocas, un recuerdo que me niego a olvidar, un recuerdo que quiero tener cerca de mi corazón, porque así fue desde un inicio.
Sé, también, que ese recuerdo me podría hacer caer tan fácil como lo hizo, y que me puede levantar también, como lo hizo... Pero es que no puedo olvidar ciertas cosas que han marcado mi vida, nadie puede ni debe...
Entiendo que mucho de lo que ahora soy, es gracias a ese recuerdo... Es, tal vez, la razón principal de mi negación constante a olvidarlo, por que... Bueno, la verdad es que no se por qué no lo olvido, pues en realidad me hace recordar esas épocas...
Realmente solo me hace recordar lo que sentía en esos momentos, y nada más... Pero son recuerdos que puedo revivir en la carne...
Renigo esos recuerdos, pero al mantener viva a ese recuerdo, innegablemente mantengo ese vínculo con mi pasado...
Algunas veces me pregunto, ¿y si ese recuerdo nunca hubiera pasado? Después de todo, el cielo y el infierno se juntaron... Mi vida así lo fue por esos años... Esa pregunta me atormenta cada vez que el sonido fatídico del pasado se adviene con la imagen terrible de mi recuerdo...
Tal vez nunca encuentre la respuesta a esa pregunta... Solo me queda el cobijo de esa Luna solitaria que me acompaña cada noche de mi vida... Esa Luna confidente... Esa Luna que me conoce como nadie, pues vivió conmigo el cielo y el infierno que viví... Esa Luna que fue la Reina de mi vida por tanto tiempo... Esa Luna... Esa Luna...
Al final, lo único que tengo, al recordar el pasado... Son dos palabras...
Te extraño